El mundo con dinero es una selva de depredadores. El mundo sin dinero es una prueba de supervivencia en esa jungla hostil. Mientras los adinerados juegan a comprar y vender, los pobres juegan a jugarse la vida. Las libertades y los derechos son directamente proporcionales a la cantidad de dinero que acumula una persona, mientras que los deberes son indirectamente proporcionales. El rico se cree que todo se compra y el pobre se cree que puede venderlo todo, incluso su vida... Los que más tienen más quieren y comercian con ello, el que no tiene nada solo quiere lo necesario y trueca lo único que tiene, alquila su cuerpo al peor postor o prostitulle sus principios por hacer cosas que en otros derroteros sería incapaz. Todo por un atajo de papeles, unas cifras, unas monedas, unos valores, unos activos bien guardados que nunca se pierden, siempre vuelven a los mismos montones, la banca gana. Y vivir de la hipocresía del rico que ayuda a organizaciones no gubernamentales con la finalidad de blanquear parte de su capital, o realizar mínimas donaciones que le repercutirán máxima ganancia en publicidad, prestigio y captación de nuevos fondos. Tiburones del mar de los negocios, visionarios de apuesta asegurada, jugadores con ases en la manga, tramposos de faroles efectivos,... todos tienen como objetivo seguir siendo ellos mismos, para que los demás nunca puedan ser como ellos. Así pues, el pobre siempre será la sardina en sus fauces, marioneta de su propio destino, sparring saco de golpes, ignorantes almas en pena que morirán con lágrimas de sufrimiento y la cabeza bien alta.
CANCIÓN DE HOY: " MONEY FOR NOTHING".
PREGUNTAROS HOY: ¿Que pasaría si los que menos tenemos pudiéramos gestionar lo que tienen los demás?¿Sería un mundo más equitativo o el vil dinero nos convertiría a nosotros en los nuevos depredadores?