jueves, 21 de agosto de 2014

EL TIEMPO CURA.

Ni medicinas, ni remedios caseros, ni consejos de abuela que saben de todo. El mal de amores solo lo cura el tiempo. El tiempo que depende del grado de enamoramiento, de la persona que lo sufre, de muchos factores que ayudan o perjudican la recuperación.
El mal de amores no es un mal cualquiera. Tiene su aspecto psicológico (depresión, ansiedad,...), su aspecto digestivo (pierdes el apetito, dolores de estómago,...) su lado psicomotriz (te sientes sin fuerza, sin ganas, apenas puedes moverte y cuando lo haces te cuesta una barbaridad) y sobre todo afecta al sistema cardíaco, ese corazón que palpita triste, casi por inercia, como péndulo de reloj sin pilas que poco a poco va acortando su trayectoria hasta convertir su vaiven en un espasmo antes de quedarse immóbil. Y poco a poco el tiempo va haciendo su lento pero eficaz trabajo de recuperación. Comienza por inyectar primero aceptación, después resignación y finalmente positivismo. Esa mezcla recupera bastante el decaimiento psicológico y se empiezan a ver los primeros síntomas de mejora, se cambian lágrimas por medias sonrisas. Con un poco más de tiempo y habiendo mejorado el aspecto psicológico, el  tiempo actua de nuevo reforzando el tratamiento con dosis de energía, pastillas de autoestima, y ungüento de curiosidad. Así poco a poco, el aparato locomotor se despereza, sientes ganas de volver a cuidarte físicamente, de estar en forma, de experimentar cosas nuevas, de volver a soñar y pelear por los sueños.
Y mejorando hasta el momento, las demás dolencias van sanando casi solas. Te vuelve el apetito, ya no sientes mal de estómago, incluso cambias hábitos alimentarios para mejorar tu estado. La última fase de curación siempre es la más compleja, puesto que si hasta ahora había sido medianamente fácil que el tiempo sanara, todos los progresos podrían arruinarse si en ésta última fase no se conseguía el objetivo. Intentar convencer al corazón que nosotros somos capaces de controlarlo. Que deje de pinchar cual clavada de navaja cada vez que nos asalta un recuerdo que intentamos borrar con rápidez de nuestra memoria pero que el corazón lo recupera una y otra vez como una diapositiva. Conseguir que el corazón deje de latir con ese ritmo cansino cada vez que el resto de mi cuerpo responde ante estímulos de una mujer de la que me podría enamorar. En esos momentos, el corazón se pone una venda en los ojos, palpita pausado, y manda mensajes al celebro para que compare, para que recuerde lo anterior desmejorando lo nuevo.
Y os preguntaréis, ¿Como puede el tiempo curar a ese tocado y hundido corazón?
Pues sencillamente haciendo lo mejor sabe hacer, dejar pasar el tiempo. Aún a riesgo que nuevas decepciones acaben con el proceso de sanación, el tiempo va contando segundos, minutos, horas y días. Y llega el momento en que el corazón deja de taparse los ojos para ver ya que apenas recuerda lo que no ve, deja de mostrarse apático y escucha los mensajes de ánimo que le lanza el resto del cuerpo, vuelve a latir con la intensidad suficiente para vivir. Para vivir viviendo. Para vivir queriendo. Para vivir volviendo a amar.

CANCIÓN DEL DÍA: "19 días y 500 noches" de Joaquín Sabina.


domingo, 17 de agosto de 2014

¿ERES FELIZ?

No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño, debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos.” ...

Y fue en aquella ocasión en la que empecé a pensar en Thomas Jefferson escribiendo la Declaración de la Independencia, en aquel apartado que hablaba acerca de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y pensé en cómo supo poner la palabra “buscar” ahí en medio, como si nadie realmente pudiera alcanzar la felicidad. ¿Significa que la felicidad es algo que estamos destinados a buscar, pero que nunca encontraremos?

Soy padre y tengo hijos. He escuchado cientos de veces la frase: "Cuando seas padre comeras huevos". Nadie me enseñó a ser padre. Me enseñaron a ser hijo. Que las vidas de unas personitas pequeñas dependan de tí es mucha responsabilidad. Responsabilidad que no bien asumida y comprendida puede llevar a cabo la autodestrucción de unas vidas que nacieron inocentes. La lucha diaria, el ensayo y error, la rectificación, el pedir perdón, el darlo todo, el intentar ser ejemplo para que no sean como tú sino incluso mejor, en buscar no sólo tu propia felicidad sino la de tus hijos... "porque si tu eres feliz, yo soy feliz y eso está muy bien"

CANCIÓN DEL DÍA: "SEÑOR NO MUEVAS ESA MONTAÑA" de la película En busca de la felicidad. Cuando no nos queda nadie a quien acudir siempre queda la fe. 


sábado, 16 de agosto de 2014

FANTASIAS ANIMADAS PRESENTAN...

Salió de la ducha casi sin secar, con la toalla envuelta sobre la cintura. El torso al desnudo, húmedo. Las últimas gotas recorrían su pectoral musculado y le bajaban por sus abdominales hasta el ombligo donde se perdía y volvía a surgir como el Guadiana, para acabar mojando el borde de la toalla.
Mi amiga y yo no pudimos seguir concentradas en nuestra conversación mientras lavábamos los útiles de la comida en el fregadero del cámping. El chico, que podría ser perfectamente portada de revista de modelos, se dirigió hacia nuestro lado y se plantó ante un espejo a escasos 2 metros.Curioso, pero en ese momento no escuchaba ni la respiración de mi amiga Ana. Ni tan siquiera la mía. Sólo percibía el sonido del roce de sus manos contra sus mejillas mientras se aplicaba una loción. De repente, una mirada se cruzó. Más bien una mirada se cruzó con dos. Después una sonrisa y un leve movimiento de cabeza como indicando las duchas. Ana, que siempre ha sido más espabilada que yo, lo captó enseguida, y dejando platos, vasos y cubiertos a remojo, se dirigió rauda hacia la ducha más alejada mientras no dejaba de sonreir y se iba quitando el top, mostrando al guapo desconocido su desnuda espalda.
El chico me miró y volvió a sonreir. Acto seguido andó los mismos pasos que Ana, perdiéndose en el interior de la ducha desde donde ya salia una nube de vaho. Me costó reaccionar unos instantes y para cuando llegué a la puerta de la ducha y abrí, Ana se encontraba apoyando su espalda contra el pecho de él y    gemía sin parar. El porqué de los gemidos lo supe en cuanto vi que la mano de él recorría con suavidad la entrepierna de Ana. Yo aún vestida y con la puerta abierta tuve la sensación de haber llegado tarde. Pero de repente, él me miró, me tendió la mano y me hizo pasar cerrando la puerta tras de mí. Todo lo que sucedió a continuación lo tengo en mi memoria como en fotogramas. Mi camiseta mojada por el agua de la ducha cayó al suelo sin recordar quien me la había quitado, dos manos desabrochaban el botón de mis shorts y lo deslizaban al mismo tiempo que mi tanga hasta los tobillos. Ana estaba desnuda y se arrodillo para besar el erecto pene de él, mientras él ocupaba sus manos en darme placer, llegando con sus dedos hasta el interior de mi gozo, provocándome unas sacudidas en las caderas que me hacían cerrar los ojos y dejarme llevar. Después de rozarnos, tocarnos, besarnos, acariciarnos, los tres, Ana me giró poniéndome de espaldas a ellos y me abrió las piernas mientras me introducía dos dedos con suavidad en mi húmedo tesoro. En unos instantes, los dedos salían y entrabam con facilidad, dando paso a algo que noté más grueso y largo que los propios dedos. Y me dí cuenta que él agitaba sus caderas contra las mías, con ritmo, marcando cada golpe, cada embestida. Ana de mientras me besaba y jugeteaba con los pezones, a ratos, me estimulaba el clítoris y a ratos se arrodillaba y volvía a poner aún más erecto el pene con una buena chupada.
Cambiamos de posición, intercambiamos papeles, a veces era yo la que recibía y otras la que estimulaba, pero siempre todo muy natural. No puedo asegurar cuanto tiempo pasamos bajo la ducha, pero si puedo recordar que no hubieron palabras, sólo gemidos. Y como todo lo bueno, llegó a su fin, sin cruzar miradas, sin cruzar palabras, con las piernas aún temblando y esa sensación que te deja unos buenos orgasmos. Ana y yo salimos de la ducha, con la ropa puesta pero mojadas, por fuera y por dentro, absortas como en un sueño, y tal fue de excitante nuestra experiencia que decidimos que todos los días que pasáramos en el camping, Ana y yo nos encargaríamos de lavar los platos sin rechistar.

jueves, 14 de agosto de 2014

SI TU ME DICES VEN...

La goma se rompió de tanto estirar. Se dió de sí. No aguantó tanta presión. Y eso que yo ponía de mi parte, intentando relajar la tensión, aprovechando cada momento de tregua para disminuir la distancia que nos separaba, acercándome más a tí viendo la goma colgar entre los dos, reposada, arqueada y descansada. Y cada vez que la veía así me alegraba y soñaba en que llegara un día que no nos hiciera falta la goma. No más tira y afloja. No más preocupaciones por romper el lazo, lo único a lo que nos aferrábamos sin tan siquiera saber que esa goma no era amor, por lo tanto, no iba a funcionar. Estaba escrito en letras mayúsculas y aún así éramos incapaces de leerlo en nuestros ojos, de verlo en nuestras almas, de sentirlo en nuestro corazón. Y seguíamos estirando cada uno para un lado, la mayoría de veces. Hasta que sucedió lo que todos veían y nosotros negábamos. Se nos rompió el amor de tanto usarlo. Se corto el lazo que nos unía. Se desgató la goma que tantas veces nos había vuelto a unir. Y ahora... ahora no hay motivos para atarme de nuevo, para volver a cojer goma ni unirme con lazo, ni amar... hasta que mi corazón vuelva a cegarme y vuelva a improvisar. 

CANCIÓN DEL DÍA: "Viviendo deprisa" de Alejandro Sanz.

lunes, 11 de agosto de 2014

MIRAR PARA VER SOLO LO QUE INTERESA

Ayer leí un tweet  que hablaba del ébola. En realidad se refería al ébola pero como comparación de alarma social. Y no es que sea un problema banal. La enfermedad mortífera y contagiosa es ya considerada por la OMS una epidemia en África Occidental y la cataloga como una "urgencia de salud pública de interés internacional (PHEIC)". Estas declaraciones se hacen públicas después de conocer que la cifra de afectados asciende a más de 1700, con una mortalidad de 1000 personas desde el mes de marzo. Alarmante. Coincido en la preocupación internacional. 
Pero el tweet en cuestión iba más allá. Más allá de cifras, de intervenciones en cumbres, de decisiones de organizaciones globales, de prohibiciones o restricciones en desplazamientos de/desde la zona afectada, de planes de evacuación y repatriación,... Más allá de esta terrible cepa de ébola que puede llegar a alcanzar un índice de mortalidad del 90%. 
Hacía referencia a la desigualdad de miras entre la alarmante situación que puede descontrolarse y llegar a expanderse por los mismos paises que debaten medidas en cumbres de alto estado y la poca visibilidad de problemas incluso peores que, desde mucho antes, se han cobrado más vidas que la propia enfermedad.
La hambruna, el desarrollo humano, la mortalidad infantil, la esperanza de vida, la tasa de alfabetización, la falta de productos de primera necesidad, población sin saneamiento básico,... problemas que llevan a la población a un estado de mortalidad casi anunciada, con un promedio de vida máximo de 60 años, con un índice de desnutrición infantil del 46%, con una tasa de alfabetización del 58%, una población en la que 8 de cada 10 no dispone de acceso a agua potable, ni a saneamiento básico, ni a productos de primera necesidad. Una población que ocupa el puesto 162 de 169 en estadística de desarrollo humano. Una población en la que mueren 146 niños de cada 1000 antes de los 5 años.
Y nos alarmamos y protegemos con cuidado exhaustivo de no ver una epidemia en nuestro mundo civilizado. Y nos alarmamos cuando vemos que por un ciudadano voluntarioso de nuestro país ha contraido la enfermedad intentando ayudar a solucionar los problemas de transfondo. Y nos alarmamos cuando piden a los estados mayores de los países en cabeza mundial que hagan todo lo posible para controlar la situación de emergencia médica. 
Pero que poco nos alarmamos cuando vemos un chiquillo con la tripa hinchada como un globo y no precisamente de comer. O a aquel que las costillas se marcan como anillos en un dedo. O cuando vemos la nutrición básica de esa triste población que no sería plato estrella en ninguno de los restaurantes a los que de vez en cuando acudimos para despejar nuestra atareada y estresada vida. O cuando conocemos que hay gente que la única ducha que pueden darse es la de la lluvia, eso sí, a la lluvia no le pidas jabón.

Y es triste pensar que las soluciones a las emergencias se disponen cuando la emergencia está a punto de tocar la puerta de tu casa, y que los problemas de los vecinos, son eso, sus problemas, que no cambiaran el curso diario de nuestra "complicada" vida. Y que ver las noticias se ha convertido en un acto de compasión que te remueve el manjar que se va alojando en tu estómago mientras engulles. Y pensar "que lástima" y "pobrecitos" en vez de "que mal repartido está el mundo".
Por eso, justamente por eso, el mundo es el fiel reflejo de lo que somos. Seres individuales, egoistas, narcisistas e hipócritas que pensamos en la igualdad global mientras nos cascamos una botella de buen vino o nos pagamos unas vacaciones "todo incluido" en algún paraiso rico. 
Dicho esto, por mí, esa persona que se da cuenta que no es tan realista como piensa, me enorgullezco de que, como en toda regla, haya excepciones, de que por cada 1000 descerebrados como yo exista un alma de ángel en cuerpo de persona que da su vida por los demás, en el centro del huracán. Y bajo mi prima visual que a veces se torna colorido o desfigura su imagen, sólo pido a quien sea que quiera escuchar que si no podemos ayudar a Liberia, Nigeria, Sri Lanka y muchos otros paises que se encuentran en esa situación, que por lo menos ayudemos a los que tenemos al lado, a los más cercanos, al que nos cruzamos cada día y vemos sufrir mientras apartamos la vista. Y el ángel que generemos con esa acción multiplique los efectos en cadena, ayuda por ayuda por ayuda,... hasta llegar al mejor de los sueños en el que todos nos podamos ayudar en un mundo mejor, en un mundo más .... igual.

CANCIÓN DEL DÍA: "Himno de la Alegría" de Nino Bravo.


sábado, 9 de agosto de 2014

DEMASIADOS PORQUÉS CANSAN

¿Por qué has hecho...? ¿Por qué no has ido...? ¿Por qué eres tan...? por qué, por qué, por qué... llega un momento en que mandas los porqués a la mierda. vivir justificando cada uno de tus actos es cansino. Dar mil y una explicaciones sobre los que haces o deshaces. Tratar de convencer a alguien que no entiende cómo eres, cómo piensas, cual es tu caracter. Y todo para nada, porque al final, la conclusión es la misma. Muchos de los porqués no se entienden. Sólo tú ves la lógica, tu lógica, a los porqués. Pero los demás verán tus porqués como un ejercicio de evaluación moral. ¿Y que pasa si ignoras todos los porqués?, tus razones tendrás, pero pasaras a ser un incomprendido, con desidia por afrontar las situaciones de la vida. Un complacido cuerpo andante que carece de fuerza interior para resolver hasta el más mínimo problema, la más absurda situación. Y llegados a este punto, no me corresponde a mi juzgar los porqués de los demás, pero si me corresponde preguntarme los míos para darme yo mismo mis propias respuestas, unas veces válidas, otras erróneas. Pero siempre mías. Aceptando la responsabilidad de las decisiones, de las reacciones a mis actos, de lo bueno y lo malo de tener personalidad propia, ni mejor ni peor que la de cualquiera, pero mía propia. Entender que es imposible evitar ser juzgado, criticado o alabado, que estes en boca de todos o en recuerdo de nadie, pero asumiendo que a todo lo que yo de pie, tambien daré mi corazón, mi alma y mi mejilla por si me equivoco. Para todo lo demás, los porqués de otros, ya se ocupará alguien de evaluarlos, que bastante tengo yo con los míos....

CANCIÓN DEL DÍA: " Porque" de Manuel Carrasco.

"porque se abren de para en par las puertas del paraíso"



jueves, 7 de agosto de 2014

COMO ARENA ENTRE LAS MANOS

Poco a poco, sin poder remediarlo. Te vas, te alejas, te escurres entre mis manos. Por más que quiero cerrar espacios, por mas que quiero tenerte a mi lado. Sin un adiós precipitado, poco a poco, como arena entre mis manos. Y yo lo veo, lo siento, y no puedo remediarlo. Sin prisa, dejando tu huella, recordándome con tu aroma, que cada vez percibo más lejos. Que te marchas, que me dejas, que vuelves a donde partiste. Que por mucho que yo quiera retenerte no lo consigo, y continua tu cascada como arena entre mis manos. Arena fina que me recuerda lo frágiles que un día fuimos, que juntos endurecimos con la sal y con la brisa, pegando codo con codo, un grano tuyo, un grano mío, formando una pequeña playa donde un día nos perdimos. Y ahora te vas, te alejas, te escurres entre mis manos. La playa quedó sucia, llena de algas y residuos, de malas sensaciones que otrora fueron recuerdos que construimos. Ya no se ven castillos, ni corazones, ni nombres escritos, la marea barrió todo, llevándote consigo. Y por mucho que yo lo intente, no puedo frenar el destino, no puedo poner puertas al cielo ni memoria en el olvido, sólo puedo seguir viendo tu marcha, cansino, asumiendo poco a poco que no existe cubo ni castillo que la arena que se cuela, entre mis dedos, dure la eternidad, dure muchos siglos. Tanto tiempo incluso, como un reloj de arena infinito, mientras tu recuerdo evoco, entre lágrimas que se funden en el raudal de vida que se escapa, como arena entre mis manos.

CANCIÓN DEL DÍA: "AHORA TÚ" - MALÚ.
PELÍCULA DEL DÍA: "ROMEO Y JULIETA" versión del año 1996 del director Baz Luhrmann, intérpretes: Leonardo Dicaprio y Claire Danes.


lunes, 4 de agosto de 2014

UN AMOR VERDADERO

Había conocido el amor
perdido en algún rincón,
fugaz encuentro de frenesí
que nunca me dejo buen gusto.
Satisfacía mi calor 
Pero no mi corazón
Safari en busca de carmesí 
Con mas ansia que susto
Amores que pasaban 
Amores que no amaba
Pasiones que no duraban
Sentimientos que mataba
Reprimiendo mi destino
Dando rienda al instinto
Hasta cruzarme en tu camino
Entonces todo fue distinto
Ya no amaba como antes
Ya no cazaba momentos
Solo quería instantes
Con la princesa de mi cuento
Cuento que quería hacer historia
Historia que deseaba interminable
Y guardarlo todo en mi memoria
Para un día, antes impensable,
Decirte mirando tus ojos
Que no he querido antes
Ni he querido igual
Que solo los amantes
Saben lo que es amar.

CANCIÓN DE DÍA: Donde, de Pablo López.