miércoles, 1 de febrero de 2012

RENGLONES TORCIDOS

Pasa a veces, que lo raro nos parece normal y al contrario, lo normal nos parece raro. Así es la bipolaridad del ser humano. Quien pone las pautas en lo que es normal. Quien decide todo aquello que se sale fuera de lo corriente. La sociedad, sus valores, las personas, los hábitos, las tradiciones, todos y cada uno de los círculos de socialización incluidos aquellos que se quedan fuera, marginados, rechazados, excluidos, …todos intervienen y, aún sin darse cuenta, delimitan la moralidad de una comunidad, un pueblo, una ciudad, un estado… una sociedad.
Si has tenido la suerte de desarrollarte dentro de un círculo socialmente aceptado, verás raro y no entenderás cómo hay gente adicta a ciertos hábitos capaces de vivir con sólo una mochila y dos trapitos. Te chocará que pueda haber gente que se mate por un plato de comida o que no se haya podido bañar desde meses atrás (incluso años), personas que se dediquen a amontonar basura como si fueran objetos de decoración, tan sólo por que haciéndolo se sientan felices, personas que necesiten medicación constante para regular ciertos comportamientos producidos por enfermedades mentales y que en el momento que dejan de acceder a esa medicación puedan considerarse un grave riesgo para la sociedad. Quizás hayas tenido esa suerte… pero los hay que lo ven desde el otro ángulo. Aquellos que no entienden y les parece raro todo cuanto la sociedad normal protege y valora. A todos ellos, sin excepción, se les debería extender la mano, arrimarles el hombro, dedicarles tiempo, darles cuantas oportunidades necesiten ya que posiblemente no tuvieron la suerte de optar a ninguna.
Y quien me lea pensará… a que viene esta retahíla sensiblona por los demás. La respuesta: volví a releer uno de mis libros favoritos. Y comprendí que la finísima línea que separa la cordura de la locura, lo normal de lo raro, lo malo de lo bueno, lo socialmente aceptable de lo repudiado social… en tiempos como los que estamos pasando, es tan frágil que puede volver a todos del revés.


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