lunes, 6 de febrero de 2012

DE FOBIAS Y FILIAS


Todos tenemos nuestras propias manías, nuestras propias preferencias y nuestros propios miedos. El mundo nos llena de sensaciones, unas que amamos, otras que repudiamos. Elegimos en base a nuestra educación, nuestra socialización, nuestro carácter o nuestro instinto. Hay gente con miedo a volar y hay otros que no se bajarían nunca de las nubes. Hay personas con fobia a las multitudes y hay otros que huyen constantemente de la soledad. El mundo está hecho para interpretarlo, para aprender y para decidir sobre lo que nos encontramos. Fobias, a millones, variopintas e incluso incomprensibles para la mayoría. Filias, otras tantas, igual de curiosas y algunas también incluso raras para muchos. Se da la casualidad que hay fobias que para otros son filias y viceversa. Pero hay una cosa que me llama enormemente la atención cuando pienso en amar y odiar, en querer y temer, en no poder vivir sin y cuanto más lejos mejor… el amor. El amor es lo único que provoca fobias y filias al mismo tiempo. El amor es aquel sentimiento, esa emoción, ese estado químico que te hace sentir bien al mismo tiempo que te inunda en un miedo supremo de no perderlo. Amas lo que tienes y odiarías perderlo, odias lo que tienes y desearías cambiarlo. Amas lo que amas, pero de vez en cuando lo odias, lo temes y te hace sentir mal. Así es el amor, un cúmulo de fobias y filias, un conjunto de incongruentes sensaciones capaces de ponernos mariposas en el estómago o provocarnos arcadas, un mundo en el que amar es odiar y temer es querer, la maravillosa dicotomía del ser humano, la bipolaridad compleja de nuestro corazón, lo necesario e imprescindible se convierte en una banal desechable sensación. El amor… tan complejo como desconocido.

2 comentarios:

  1. el que sienta esas sensaciones no ama...el amor es el que dá, el que dá sin esperar algo a cambio, es el que tan solo piensa en hacer feliz a la persona que se elije, es el que te pone esas marimosas que hasta te dejan sin respiracion...
    el que no sienta esto... no ama, se resigna.

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  2. Querido/a anónimo/a. Es el primer comentario que recibo en el blog, y por lo tanto, muchas gracias. Me alegro por tí, que por lo que dices has conocido el amor sin medida, el amor sincero, sano y sin resignación. Me alegra que sigas amando de esa manera y sólo me queda dar la enhorabuena a aquel o aquella que te tenga a su lado... aunque he de confesarte que yo tambien amo. Amo la vida, amo lo que tengo, amo lo que soy y sobre todo amo sin resignación, pero es inevitable saber que, el amor, es lo único en este mundo que no se puede controlar... y por lo tanto, su antítesis, "el no amor" (llámalo odio, resignación,...) tampoco.
    Un abrazo lector/a y espero que nuestras diferencias de opiniones sean el principio de unos debates interesantes.

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